Si estás haciendo unos pequeños cambios en tu vivienda y entre ellos estás pensando en cambiar el suelo del baño, probablemente éste artículo te pueda interesar y mucho. Para todos los que hemos hecho alguna vez una reforma de este calibre, sabemos lo que implica esta clase de reforma. Sabemos, que existen infinitas variedades de suelos, de estilos, materiales etc. Es difícil elegir, y todavía más saber cuál va mejor. Hay que tener en cuenta no solamente el factor estético, sino también la durabilidad del material, el acabado, la resistencia y también la comodidad a la hora de limpiarlo. Todos sabemos que un suelo bonito juega un papel fundamental y puede ofrecer mucha luz, pero, sin embargo, si no es un suelo fácil de tratar, también puede dar sensación de suciedad, y eso no compensa en absoluto. Son muchas las cosas que hay que tener en cuenta y por eso queremos darte algunos consejos que puedan servirte.
Existen diferentes soluciones aconsejables con un buen acabado.
Decidir, saber y acertar con el suelo indicado no es fácil. Nadie dijo que lo fuera. Como hemos dicho antes, no solamente es una necesidad estética sino que también hay que tener en cuenta el uso que le vamos a dar, y que función va a tener; según esas condiciones es más fácil elegir un pavimento u otro. La preferencia para muchos suele ser la cerámica convencional, o gres. Es un material muy atractivo y además muy combinable con cualquier estilo, es una de las mayores ventajas que tiene este suelo. Otra ventaja es la resistencia. Es un suelo consistente, sólido, tolerable (es difícil que se raye). El precio varía según el material y el proceso de fabricación…
Otro material aconsejable es el mármol, cuarcita, terracota, arenisca… Ya que son muy resistentes y existe una gran variedad de estilos. Es un material muy natural y que llama la atención por su belleza. En contraposición, es uno de los materiales más caros, además de enfriar el ambiente (al contrario que la madera).
Hoy en día se empieza a llevar mucho el suelo vinílico. Es muy fácil de limpiar y es muy resistente a la humedad; es un suelo antideslizante y de fácil instalación y eso conlleva a que sea considerablemente más económico que otros suelos.
El clásico y más demandado desde siempre: el suelo de madera. Francamente, es un suelo muy cálido, acogedor y afable. Sin embargo, es un suelo susceptible, fácil de rayar, y se deteriora fácilmente por la humedad, sin embargo, si lo que quieres es madera, puedes encontrar suelos porcelánicos de imitación madera. Tienen un acabado muy parecido al de la madera natural, y son mucho más prácticos y cómodos (en cuanto a limpieza y resistencia).
Después de ver los distintos pavimentos más demandados… ¡Toca elegir!
Lo difícil es decantarse por uno de los muchísimos tipos de pavimentos que existen a día de hoy. Aquí podrás encontrarte con los más prácticos y demandados, además suelen ser opciones infalibles, ya que combinan muy bien. Una vez te hayas decidido por el suelo que te gustaría tener, ya solo queda el último paso: contactar con un equipo de profesionales que se encarguen de hacer una buena instalación. Pide presupuesto, compara opciones y ponte manos a la obra. Y si decides ampliar la reforma al resto de tu casa, te aconsejamos que leas una serie de consejos interesantes en el siguiente blog de reformas, antes de ¡lanzarte a por todas!