Hace algún tiempo un gerente de una empresa de reformas en Alicante nos relataba como del día a la noche, su empresa de reformas se hundía.
El gerente de la empresa nos contó que un buen día estaba realizando una reforma en una vivienda en Alicante en la fase de colocación de los azulejos de las paredes de la cocina y tenía a todos sus operarios en dicha obra trabajando mientras él se encontraba tramitando una licencia de obra mayor en la oficina municipal de urbanismo cuando de repente le sonó su teléfono móvil, la llamada fué un tanto alertante puesto que era uno de los operarios que trabajaba en la reforma que se estaba ejecuntado avisándole de que el encargado de chapar con azulejos las paredes de la cocina se disponía a realizar un corte con la radial a uno de los azulejos para su posterior colocación cuando de repente se partió el disco de dicha radial con la mala fortuna de que uno de los trozos del disco que salieron despedidos se le quedó incrustado entre ceja y ceja.
Enormemente asustado el operario y con la cara ensangrentada salió corriendo de la vivienda dirigiéndose al Hospital Universitario de Alicante para que le atendieran los sanitarios del centro lo más pronto posible.
Una vez llegado al centro hospitalario según los trámites burocráticos del propio centro lo primero que le preguntan al operario lesionado es el motivo del accidente, el cuál asustado y tembloroso por que no sabe realmente la gravedad del asunto explica que se encontraba trabajando en la reforma de una vivienda cuando se le partió el disco de la radial el cuál salió despedido incrustándosele en la frente.
El hospital atiende al afectado las heridas causadas por dicho accidente aplicándole 24 puntos de sutura y le explican que ya ha pasado todo y que lo peor de todo es que durante lo que le queda de vida al paciente va a llevar consigo una cicatriz que le quedará marcada para siempre.
A partir de ese momento el Hospital General Universitario de Alicante inicia de oficio un seguimiento de las circunstancias poniendo tal echo en conocimiento al Ministerio de Trabajo para que haga las comprobaciones pertinentes a la empresa a la cuál dicho operario le presta sus servicios.
Pasados unos días desde el desafortunado accidente laboral, el Ministerio de Trabajo cita al gerente de la empresa que contrató al operario accidentado para que se persone y aporte todos los documentos necesarios para verificar que dicho trabajador accidentado se encontraba en situación regular en la empresa de reformas.
Éste, ante la citación del Ministerio de trabajo se lleva las manos a la cabeza puesto que a dicho operario no lo tenía dado de alta en la seguridad social, no tenía contrato de trabajo y no se trataba de un autónomo subcontratado por la empresa de reformas, de lo único que disponía dicha empresa era de un seguro de responsabilidad civil, ni si quiera tenía los cursos de prevención de riesgos laborales que son obligatorios para cualquier tipo de empresa y sobre todo tratándose de una empresa de reformas Alicante cuyo riesgo de que ocurran estas desafortunadas desgracias deberían tener.
Por este motivo, el Ministerio de Trabajo le impuso una sanción millonaria al gerente de la empresa en la que trabajaba el accidentado y le conllevó a tener que cerrar dicha empresa puesto que tenía que hacer frente a una sanción lo bastante elevada como para no poder subsistir con los gastos fijos mensuales que conlleva el mantenimiento de cualquier empresa.
El gerente nos relató los hechos y no es de extrañar que puedan surgir incidentes de este tipo pero, hay que tener en cuenta que cualquier empresa seria y más siendo una empresa de reformas ante este tipo de circunstancias debe de estar protegida no solo ella sino los trabajadores que la componen.