Historia del suelo radiante

La climatización invisible está siendo una realidad gracias a la instalación de suelo radiante en las viviendas y en cualquier otro espacio interior. En verano llega el interés por preparar la vivienda para el invierno y es época de pensar en calefacciones y métodos de climatización que proporcionen una calidad y un ahorro para el usuario. Es por ello que una de las opciones más ventajosas y a tener en cuenta es la de instalar este sistema de calefacción y olvidarse de inconvenientes con los profesionales de http://sueloradianteprecio.com/.

Desde los romanos y los árabes en épocas que ya son remotas para los tiempos que corren, la necesidad de protegerse del frío en las viviendas ya era la misma. Y ambas culturas desarrollaron la idea de calentar las casas por debajo del suelo con un método de aire caliente. El sistema que se utilizó entonces da origen al actual método pero ahora con la ayuda de la electricidad y unos materiales acorde con la tecnología de la que disponemos actualmente es más efectivo.

Se trata de poner en marcha este método para dotar a las viviendas y a los espacios de una climatización constante a temperaturas medias para conseguir el máximo confort, evitando radiadores y chimeneas y las desventajas que ello conlleva. Mucho se habla de las dificultades de instalar suelo radiante en las viviendas y espacios acabados. Pero algunas variables de este tipo de instalación facilitan mucho el alzamiento de pavimentos y se instala con suma facilidad permitiendo grandes ahorros energéticos.

Suelo radiante.

Fuente de la imagen: www.imsrenovables.es

Sin embargo, en obras nuevas, reformas o en rehabilitaciones, las ocasiones son perfectas para incluir en toda la superficie de los materiales necesarios, que además podrán ser regulados por habitaciones o acotarse a gusto del usuario. Con el dicho popular de los pies calientes y la cabeza fría, se acierta de pleno al hacer esta instalación en cualquier superficie interior. Precisamente porque el calor proviene del suelo y las paredes si se considera instalarlo también, la temperatura debe ser baja pero constante, lo cual aporta sensación de confort sin que el ambiente se sobrecargue.

Hay que tener en cuenta que la inversión inicial de esta instalación es bastante elevada, aunque se recupera gracias a los ahorros energéticos de su uso comparado con otros métodos de calefacción. Sin embargo, no conviene escatimar en materiales ni en mano de obra, ya que esto ocasionaría averías y un funcionamiento anormal del sistema de suelo radiante. Póngase en contacto con empresas profesionales en el sector y que cuenten con experiencia.

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